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Semifinal Nadal-Djokovic. Un elogio al tenis.

By on 8 junio, 2013
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Rafa Nadal grita de júbilo

Rafa Nadal y Novak Djokovic firmaron una de las semifinales más memorables que se recuerdan en Roland Garros. Hubo de todo, y todo épico.

Como dos boxeadores en el cuadrilátero, castigándose sin cesar. Cuando uno tenía al otro contra las cuerdas, y todo parecía decidido, un gancho directo al mentón aparecía de la nada. A la lona y cuenta atrás. Así fue todo el partido. Memorable.

Nadal empezó muy fuerte, apoyado en un gran servicio y con duros y profundos golpes de drive y revés. Djokovic aguantó bien el primer asalto hasta el 8º juego, cuando Rafa le propinó el primer golpe serio en forma de break. El serbio se tambaleó y acabó cediendo por 6-4.

Volvió del banco Nole con fuerza, pero cayó otra vez el break, esta vez en el 5º juego. Se las prometía felices el de Manacor, pero como buen peso pesado, el serbio apretó los dientes y empezó a lanzar golpes durísimos. Limpiando las líneas a puñetazos. Rafa no hizo nada mal, fue el otro que lo hizo todo bien. Y así se fueron al descanso los contendientes, empatados en el marcador. 6-3 para el balcánico.

Sonó la campana del tercer asalto, y vimos un primer punto de 21 bolas que habría que grabar en video para repasarlas una y otra vez. Parecía que la lucha iba a ser terrible de nuevo en este set. Pero de repente, apareció la pájara. Apresando a Djokovic. Nadal aprovechó para repartir todo lo que quiso hasta cerrar la manga. 6-1.

El cuarto set fue un tanto anárquico en sus inicios. Break de Rafa. Break de Nole. Break de Rafa que se pone con 6-5, sacando para cerrar la contienda. Pero de nuevo, ahí está. Levanta la guardia y empieza el serbio a tirar restos profundos. A las líneas. Rafa no puede hacer más que defenderse, pero no es suficiente.

Le duele esta rotura al balear. Se le nota. Así se llega al Tie Break donde Novak hace gala del perfecto timming de su juego, apresando las bolas liftadas de Nadal en subida y empalándolas de arriba hacia abajo con fiereza. Auténticos misiles ante los que no hay oponente que resista. 7-6.

Como acabó el cuarto empieza el definitivo quinto set. Rafa algo confundido, pierde su primer saque por culpa de otro resto a la línea. Y así sigue el set, un Nole desatado y un Rafa impotente y luchador que no puede aplacar a su adversario.

Pero cuando a cualquier otro le temblarían las canillas, Rafa se pone firme, se clava a la pista y te suelta un zurdazo que te manda a la lona. ¡Zas! Break para Nadal 4-4. Djokovic aturdido hasta se lía en la red, literalmente. Y Nadal se crece, ensombreciendo cada vez más al serbio.

Con el partido 6-5 empieza la épica total. Puntos llenos de emoción, donde los colosos no paran de luchar. Llevan casi 5 horas en la pista, pero les mueve el orgullo y el corazón. Como prueba de ello el gran “Willy” de Rafa a Nole cuando el punto parecía perdido.

Al final Rafa golpeó más duro y levantó los brazos. 9-7 y partido. Su sonrisa final lo decía todo. Sufrió como nunca, pero rio como (casi) siempre en Roland Garros.

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