Hexagon Cup: El pádel llegó a otro nivel
Podría decirse que la Hexagon Cup, que a caballo entre enero y febrero se jugó en el Madrid Arena, una de las Catedrales del Pádel, que fue el primer torneo realmente internacional del deporte. Porque se jugó en Madrid dado que en España se ubica la mejor infraestructura del pádel. Entre jugadores españoles y argentinos, que como todos sabemos son quienes primero han conseguido convertir el pádel en deporte de élite. Pero está pensado sobre todo para que se vea en el ‘extranjero’, en ese mundo en el que el pádel empieza a ser conocido y practicado, pero en el que aún debe avanzar en su concepto como deporte espectáculo de alto nivel.
Y desde Madrid, la Hexagon Cup se lo ha mostrado. Se ha visto un torneo de avanzadísimo concepto, de cuidada organización, de calidad deportiva y de excelente producción audiovisual. Y además su participación ha sido totalmente ‘internacional’ porque la estructura de franquicias con propietarios mundiales de alto perfil -y procedentes de lugares y ámbitos de mucho interés para el pádel- ha asegurado al torneo una difusión fuera de los circuitos tradicionales, muy importante para un deporte que, aunque ha alcanzado ya un elevado grado de desarrollo, en realidad sigue creciendo y le resta aún mucho margen de mejora.
El lema de la Hexagon Cup fue “Por el público, por los jugadores, por el juego”. Y a estas tres patas fundamentales para el desarrollo del deporte se prestó gran atención. Al público se le ofreció un espectáculo sobre la pista de primera calidad que, a la vez, redundó en el beneficio del juego y, además una muy cuidada y novedosa Fan Zone, extendida entre el Madrid Arena y la madrileña Plaza de Colón, donde se instaló una pista que fue a la vez sede del torneo y espacio donde los aficionados pudieron jugar. A los jugadores se les ofreció nada menos que el premio más importante hasta ahora de la historia del pádel: un millón de euros. Se recuperó la tradición padelera de los torneos por equipos y se la unió a la estructura de la competición automovilística de la que proceden varios de los creadores del circuito. Se crearon parejas inéditas entre jugadores y jugadoras de primer nivel y la creación de los equipos mediante ‘draft’ añadió un matiz novedoso y, en fin, se pusieron en juego todos los elementos posibles para que el pádel, en efecto, ascendiera a otro nivel.
Esa organización por equipos fue lo primero que llamó la atención en la estructura del torneo. Compitieron, por aquello del ‘hexágono’, seis equipos: El Hexagon Team (Alejandra Salazar y Paquito Navarro como ‘jugadores franquicia’), el Rafa Nadal Academy (Marta Ortega y Alex Ruiz en la misma categoría), el Bella Puerto Rico patroneado por María Esteve y Carlos López-Lay (Bea González y Arturo Coello), el RL9 de Robert Lewandowski (Ariana Sánchez y Agustín Tapia), el ElevenEleven de Eva Longoria (Fernando Belasteguin -si bien finalmente no pudo jugar por lesión- y Paula Josemaría) y el AD/vantage Team de Andy Murray (Delfina Brea y Martín Di Nenno). Cada uno de estos equipos se componía de una pareja masculina, otra femenina y otras Next Gen, de categoría sub 23 masculina en este caso (el año que viene será femenina. Se articularon en dos grupos de tres equipos, pasando los dos primeros de cada uno a disputar la ‘Final Four’. Pero, y aquí estaba otra novedad, los grupos de cada categoría eran diferentes y cada pareja puntúa en los mismos, pero suma colectivamente, de modo que los clasificados para semifinales no se conocerán hasta el último momento. Y ojo, que entre los acompañantes de los ‘jugadores franquicia’ estaban nombres como los de Gemma Triay, Franco Stupaczuk, Lucho Capra… No es detalle menor que el nombre de los ‘patrones’ de los equipos ya diera por sí mismo notoriedad a la cita
Otra particularidad de este torneo fue que, los participantes no son pareja habitual en el circuito de modo que el público pudo asistir a partidos inéditos, tanto sobre la pista como a través de una transmisión televisiva global de muy alta calidad, tanto en los canales televisivos como en el streaming. El modelo era la Laver Cup tenística. Casi nada…
Al final, deportivamente, hubo múltiples campeones. El triunfo absoluto, sumando las puntuaciones de todas las categorías, correspondió al AD/vantage Team de Andy Murray -ya antes de las finales su puntuación era inalcanzable para el resto de rivales-, pero hubo, por supuesto, finales individuales. En la femenina el triunfo fue para Delfi Brea y Sofía Araujo (AD/vantage Team), que vencieron a Alejandra Salazar y Tamara Icardo (Hexagon Team) 3-6, 6-1 y 11/9 -en el torneo hubo super tie break y punto de oro-. En la masculina volvió a vencer el Ad/vantage, con triunfo de Martin Di Nenno y Juan Tello, que superaron en choque con época a Franco Stupaczuk y Alex Ruiz, del Rafa Nadal Academy, por 3-6, 7-6 y 10/6, remontando los vencedores un punto de partido al resto en la segunda manga. En la categoría Next/Gen el triunfo fue para el RL9 de Robert Lewandowski, con triunfo en la final de David Gala y Enzo Jensen sobre Álex Chozas y Emilio Chamero por 6-3, 1-6 y 10/7. Como se ve, la lucha fue ardua en todos los choques decisivos.
Mención aparte a uno de los momentos más emotivos de la cita, y también del pádel en las últimas temporadas: el adiós a las pistas de Juan Martín Díaz, una de las leyendas de este deporte y que junto a Fernando Belasteguin contribuyó decisivamente a ponerlo en primera línea como actividad competitiva. A los 48 años de edad, después de tres décadas en el pádel, de ser número 1 del mundo y de ganar caso 200 torneos, las lesiones le han obligado a aparcar parte de su actividad, la competitiva, porque seguirá trabajando para el pádel en Miami, uno de los lugares más ilusionantes para hacerlo “nunca jugué al pádel por dinero, ni lo hice por la gloria de ganar ni ser el mejor, lo hice porque es mi pasión, mi hobbie, mi deporte y mi trabajo. Ni siquiera me di cuenta de cuando pasó a ser un trabajo. Luego vine a España, un cambio grande, pero siempre me guié por lo que me gustaba y creciendo a la par que el deporte”, es el mensaje que deja.
Y otro, muy importante, es el que deja Eva Longoria. Actriz, empresaria y activista, su papel puede ser clave para la expansión del deporte en un escenario tan importante como los Estados Unidos. En Madrid dirigió, queda dicho, el ElevenEleven, que si en principio iba a tener a Fernando Belastegui como estrella, al final lo acabó teniendo como capitán por lesión del astro argentino -Fernando Belasteguin no podía faltar en este evento-. Se declaró apasionada por este deporte y vivió desde el banquillo los partidos de Paula Josemaría, Alejandra Alonso, Fede Chingotto, Lucho Capra, Alex Chozas y Emilio Chamero con pasión -porque en la Hexagon Cup cada equipo apoyó a sus compañeros desde el banquillo- y declaró, sobre el futuro que le espera al pádel en Estados Unidos, que «el soccer -el fútbol europeo- creció en gran parte hace unos 15 años con la llegada de Beckham, puso una luz sobre ello y creo que es comparable a lo que sucederá con el pádel». Ve clave «acercar» a la gente al deporte desde la práctica, pero también mostrarles el espectáculo: «La gente cuando lo descubra va a alucinar. El pádel encima tiene una ‘entrada’ fácil, no hace falta que seas un Cristiano Ronaldo para jugar, mejorar y disfrutar. Será un éxito, no tengo ninguna duda».
Un éxito lo ha sido la primera edición de la Hexagon Cup. El empeño de un gran equipo de organizadores, en los que ha tenido un papel muy importante uno de los grandes activistas en favor del pádel en España, como es Carlos Almazán ha conseguido su objetivo. A estas alturas de la historia no era tampoco fácil llevar el pádel a otro nivel, pero ellos lo han logrado.
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