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El gran milenario de Roger Federer

By on 15 enero, 2015

Roger Federer

Las 1.000 victorias de Roger Federer son un récord redondo, casi un récord que no necesita más situación ni explicación, porque se explica y se sitúa a sí mismo. Es la culminación momentánea de su palmarés -porque Roger emite todas las señales de que va a seguir mucho más tiempo dando guerra a sus rivales, deleitando a sus espectadores y, por tanto, engrosando su palmarés- y la referencia que por sí sola explica su significado.

En toda la historia del tenis profesional sólo dos jugadores habían conseguido el registro. Jimmy Connors se retiró con 1.278 triunfos por 278 derrotas. Iván Lendl, con 1.071 por 239. Roger lleva los 1.000 triunfos redondos por 227 partidos perdidos. Habrá otros jugadores con más triunfos parciales en alguna faceta, pero si se trata de buscar jugadores que han marcado una época, aquí tenemos a los tres más distinguidos.

El primer partido de Roger Federer en el circuito, allá por 1998, en Gstaad, se saldó con derrota ante el argentino Lucas Arnold, por 6/4 y 6/4. Fue ese mismo año, pero en septiembre, cuando en el torneo ‘indoor’ de Toulouse el francés Guillaume Raoux se convirtió en la primera víctima del entonces irreverente junior, que pronto sería campeón de Wimbledon en la categoría, y por tanto pasó a la historia sin saberlo entonces como iniciador de una racha milenaria.

Desde entonces, hasta que el triunfo en la final de Brisbane ante Milos Raonic -que tenía siete años cuando Roger empezó a ganar partidos profesionales- puso las cuatro cifras en el casillero de Roger, han pasado 16 años. En ellos, esas 1.000 victorias han valido por el número uno del mundo, por 83 torneos ganados, de los que 17 han sido Grand Slam, 6 Masters y 23 Masters 1000. También por una plata olímpica, por una Copa Davis y por una Copa Hopman, y por multitud de tardes de gloria en el tenis, ganando la gran mayoría pero también sufriendo alguna derrota que añadía páginas épicas a su historia, como la final de Wimbledon 2008 ante Rafael Nadal, también, 65 victorias consecutivas sobre hierba y 56 sobre pista dura.

«Obviamente es un día especial para mí, el ganar un título y además alcanzar el número mágico de 1.000«, declaró Roger. Tras su triunfo. «Se siente muy distinto a cualquier otro partido que yo haya ganado. Otras cifras no significaron mucho para mí, pero por alguna razón el 1.000 tiene un valor enorme. Tan solo contar hasta 000 toma mucho tiempo«. A él, 16 años, pero de éxito

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