Carlos Alcaraz ya tiene canción rockera: «Cabeza Corazón y…»

By on 6 mayo, 2023

Hubo un tiempo que el mundo de rock y del tenis masculino estaban bastante próximos: los años 70. Tenistas como, sobre todo, John McEnroe, Guillermo Vilas o algo después Mats Wilander eran competentes músicos, mientras otros como Vitas Gerulaitis o Ilie Nastase también se movían un tanto a caballo de ambos mundos. Y ‘Supermac’, además, respondía bastante bien al estereotipo de ‘estrella del rock’.

Después, a medida que el mundo del tenis fue avanzando en la ‘tecnificación’, es decir, encerrándose en sí mismo, el mundo de la guitarra y el de la raqueta se separaron. A finales de los 90, sin embargo, se recuperó el contacto por medio de la presentación de tenistas en la pista al ritmo de música, casi siempre rock, en algunos torneos. En ocasiones la música era elegida por los mismos tenistas.

Ahora, en esta segunda década del siglo XXI, a menudo se dice que el tenista que más responde al ‘perfil’ de estrella del rock es Carlos Alcaraz. No tanto aludiendo a su personalidad como al efecto que causa en el público. Sus presentaciones en pista, además, emplean paraferania ‘rockera’: Normalmente lo hace acompañado por los sones del tema de Survivor ‘The Eye of the Tiger’, un tema de estilo AOR (Album Oriented Radio, un subestilo del rock efectista y ‘dulcificado’), pero adrenalínico que, además, remite a la película ‘Rocky 2’. Quizá una elección algo manida, pero nada que decir, si a Carlos le funciona. Al menos no es el irritante ‘We are the champions’.

Pero además, Carlos Alcaraz se ha convertido en inspiración rockera. Sus paisanos del grupo murciano de pop-rock Madera 80 ha dedicado una canción a Carlos Alcaraz, compuesta por Tony Capel. La canción se llama «Cabeza, corazón, cojones», en homenaje al lema deportivo-vital que sigue el tenista, que le inculcó su abuelo, que él lleva tatuado en el brazo izquierdo, y que el tema convierte en un estribillo potente y pegadizo, muy apto para corear.

La canción pretende ser un tributo al talento y la garra de Carlitos y, con todo derecho, merece pasar al museo de temas españoles inspirados en el tenis que comenzó popularmente con el ‘Loco por el tenis’ de Florencio Torrelledó -sin descartar que en los años 30 hubiera algún cuplé tenístico- y siguió con el ‘dance’, de inspiración comercial pero muy efectivo ‘Just Go Do the Moya’. Desde luego, es una evolución.

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