Carballés: el premio de la regularidad cimentada en la estabilidad de un equipo cercano y sensible

By on 14 septiembre, 2023
  • Opinan los tres artífices de la consecución de la Copa Sevilla ATP Challenger 125

Texto y fotografías: Goyo Ybort

Parece una evidencia que Roberto Carballés atesora dos virtudes esenciales en su buen hacer sobre la pista: solvente regularidad derivada de su habitual estabilidad.
Estabilidad en cada partido, pero también en la clasificación mundial, en la que prácticamente lleva cinco años y medio en el top 100 -salvo algunas salidas esporádicas-, con muchas incursiones en el top 80 y habiendo sido 49º del mundo en abril de 2023 y, tras la victoria en la 60ª Copa Sevilla, también 60º del ranking ATP.
Para el granadino, nacido en Tenerife, hay un importante aval en sus actuaciones, el que parte de su entorno, de su familia, de su pareja y de un equipo de profesionales de verdadera proximidad y sensibilidad.
A fin de exponer esa óptima labor, recabamos la opinión de tres protagonistas que, por ejemplo, intervinieron en la consecución de la reciente Copa Sevilla ATP Challenger 125.

El juicio del propio Roberto Carballés:
“Entrar en el palmarés de la Copa Sevilla, la verdad, es algo grande. Como siempre he dicho, para mí, la Copa Sevilla es un torneo especial, que llevo viviendo desde pequeñito. Estoy muy cerquita de casa, aprovecho para que venga toda mi familia y todos mis amigos; así que, para mí es un placer venir a Sevilla y, encima, si gano, pues mucho mejor.
Los dos primeros partidos no es que fuesen victorias cómodas, pero los rivales estaban un poquito más mermados físicamente, y al final me resultó algo más fácil, aunque tácticamente los planteé bien.
Luego, el partido de cuartos (ante Ymer) fue duro, pero las semifinales (ante Gaston) sí que fue una batalla, la verdad es que fue un partido que fue al límite, fue por una pelota, y llegué muy contento a la final, porque conseguí recuperarme muy bien, y logré jugar con bastante chispa, con bastante intensidad y contento del nivel que di en toda la semana.
Sobre si fue más difícil recuperar el físico o la mente (tras la dura semifinal), para mí, en este caso, fue más el físico. Al final, a nivel mental, ya notas que te queda sólo un pasito. Te queda disfrutar de la final, disfrutar de jugar en casa, y en la final vas a sacar fuerza de donde sea.
Sí que físicamente hay que intentar que no haya unos dolores que te impidan jugar; así que muy contento, porque, la verdad, con mi equipo estamos trabajando muy bien y me encontré muy bien.


Mi equipo me transmite, totalmente, tranquilidad y confort, pero dentro y fuera de la pista.
Para mí esta semana es muy especial, porque no es normal que yo lleve a tanta gente a otros torneos de fuera; entonces, aquí consigo disfrutar. Hemos estado como siete u ocho personas, y eso lo hace mucho más fácil.
Aparte, mi equipo de trabajo, ahora mismo, son personas que me han conocido desde pequeñito, que llevan trabajando conmigo desde los inicios, y la verdad es que ahora hemos conseguido una estabilidad y estamos mejorando mucho y me alegro un montón.
Respecto a la división ATP Challenger, creo que cada vez está más igualado, al final, o vienes bien preparado a los Challenger o… el nivel es muy similar al ATP.
Sí que es verdad que en los ATP a lo mejor te encuentras algún top 10 o top 20, que te marcan la diferencia un poquito más, pero, para mí, a un partido, no hay ninguna diferencia entre jugar contra el 40 o contra el 150, tienes que salir igual de preparado.
Y, bueno, estoy muy contento porque este año he conseguido jugar todo a nivel ATP. Sevilla ha sido el primer torneo que puntúo a nivel Challenger, pero es un Challenger grande y, la verdad, es que me llevo un buen botín de puntos”.

El análisis del entrenador José María Garrido:
“Roberto llegó al torneo con pocos días de adaptación, la verdad que se puso a trabajar y los primeros partidos los gestionó muy bien, se adaptó muy bien, y a partir de ahí fue cogiendo confianza. Esos partidos le dieron un plus para jugar los cuartos de final con Ymer, que era ya partido muy delicado, y a partir de ahí, respondió muy bien a todo lo que se le puso por delante.
En semifinal se encontró con un Gaston que venía muy peligroso, pero el duende que llevaba dentro lo anuló Roberto, teniéndolo muy lejos y haciendo un gran partido.
Y en la final fue al contrario, el talento y el duende tenía que salir de él, porque Hemery venía con mucha fuerza, con mucha pegada, mucho saque, y había que tenerlo atrás, pero a la vez había que traerlo hacia delante, moverlo y hacerlo correr.
Sobre la recuperación después de la dura semifinal, Roberto venía muy entero de cabeza y con mucho trabajo ya hecho, en partidos que ha tenido este año con mucha capacidad de tirar de ellos, y sí que es verdad que en ese partido dio el fruto a la hora de tener que sacar esos dos puntos, que eran importantísimos, y los sacó con una decisión y una capacidad que la gente de Sevilla lo recordará para la historia.
La recuperación después, hablando con él, tenemos un tratamiento, y él es un chico que se abre a seguir aprendiendo, y la verdad es que esta semana ha estado con los oídos muy abiertos y ha superado estas situaciones grandes, a raíz de que se ha ido superando día a día”.

La fórmula del profesor psicopedagógico Maximiliano Ritacco:
“En realidad, nosotros tenemos dos trabajos con Rober, teníamos muy poco tiempo de recuperación, son 24 horas (apenas entre partidos), física y mental.
Para la parte física él ya tiene toda la estructura montada con su fisio personal, más las directrices que él lleva, más los recursos que tiene para ello.
Y para la situación mental y emocional, que es muy importante, tenemos una dinámica muy clara de dejar, primero, relajar un poco, en lo que resta de ese día no tocar el tema del partido. Y al día siguiente por la mañana nos reunimos todo el equipo técnico y hacemos una recomposición de lo que sucedió el día anterior.
Sacamos, sobre todo, los puntos a favor, las cosas que hizo bien, las cosas que hay que reafirmar, intentamos no caer en el autorreproche, sino convertir las limitaciones en puntos de mejora, y hacer una mirada de contexto, como, a lo largo de la temporada que él viene haciendo, cómo se ubican esos hitos que va logrando, como los partidos que fue convirtiendo, en esa mirada de contexto.
Siempre tenemos un objetivo claro para final de temporada, adónde queremos llegar, marcamos los objetivos a principio de temporada y qué nivel queremos que él tenga; con eso rebajamos el nivel de tensión inmediato, para que él no vea los partidos que vienen, como digo yo, de vida o de muerte; sino que se encuentran dentro de lo que es un proceso que queremos conseguir a largo plazo dentro del año.
Y, cuando terminamos esa parte, ya tocamos el tema del partido que viene en ese día, qué nos vamos a encontrar, qué sabemos y hasta dónde nos queremos dirigir.
En el caso de Roberto, es muy importante el entorno, es una persona que necesita mucho de entorno, muy de afectos, es una persona que necesita contención, porque a él le gusta tenerla. No es el típico jugador que lo vas a ver yendo solo, sin gente; es una persona que necesita de equipo y eso se notata”.

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