Billie Jean King: «No es bueno ignorar a las mujeres»

Billie Jean King es uno de los grandes nombres de la historia del deporte. Y no solamente por su trayectoria deportiva sino, muy principalmente, porque a su esfuerzo se debió la creación del circuito profesional de tenis que se convirtió el modelo del desarrollo para la profesionalización del deporte femenino. Billie Jean ya había creado el circuito que pretendía que las tenistas vivieran de su trabajo pero, consciente de la importancia de los gestos, se brindó a jugar hace 50 años, en 1973, el partido de la Batalla de los Sexos frente al antiguo campeón Bobby Riggs: fue el acto fundacional real del tenis profesional femenino. Y quizá de todo este sector deporte profesional.

«Ese partido lo vieron 90 millones de personas. Algunas, gente de tenis, pero muchas no familiarizadas con este deporte. El tenis profesional acababa de empezar, pero se escribió mucho de aquello. Fue una cuestión de cambio social. Hizo que las mujeres ganaran mucha confianza. Y los hombres empezaron a pensar en sus mujeres, en sus hijas… en que tuvieran las mismas oportunidades y en que ganaran el mismo dinero que sus hijos. Empezaron a entender cómo eran tratadas las mujeres en comparación con los hombres, así que marcó una gran diferencia. ¡Lo vieron 90 millones en todo el mundo! La Super Bowl, que es algo enorme en Estados Unidos, tuvo ese año 53 millones de audiencia. Probablemente es el momento en el que el tenis ha recibido una mayor atención. El presidente Obama tenía 12 años entonces, y alguna vez ha dicho que le ayudó a criar a sus hijas, a pensar: ‘yo quiero hacer todo lo posible por ellas’. En esos tiempos las mujeres en Estados Unidos no podían obtener una tarjeta de crédito por sí mismas. Las mujeres representaban el 5% del alumnado de las universidades. A partir de ahí empezaron a tener becas deportivas. Antes no había nada. Yo tenía dos trabajos para mantenerme, y a Arthur Ashe o a Stan Smith les daban becas completas. De todo esto iba ese partido. Abrió muchas puertas.

Aquel partido de 1973 partió de un ‘show’ impulsado por Riggs, que se tenía a sí mismo por un «insoportable arrogante«. Había ganado Wimbledon, sí, pero por entonces ya tenía 55 años, y aún así retaba a cualquier mujer a jugar contra él con un premio de 200.000 dólares en juego, aderezando su reto con declaraciones como aquellas en las que decía que las mujeres no tenían la estabilidad emocional suficiente para jugar al tenis y debían centrar su actividad «en la cama y la cocina«. En realidad, la primera ‘Batalla de los Sexos’ fue con Margaret Court, aún archirrival de King. Riggs ganó 6-2 y 6-1. Billie Jean respondió entonces al reto, y ganó 6-4, 6-3 y 6-3. Fue un ‘show’, sí. Riggs, o Billie Jean si hubiera perdido, se llevó 100.000 dólares. Pero evidentemente, aquello significaba mucho más. Con el tiempo la historia se llevó al cine.

«No hubiera jugado contra Riggs si Margaret le hubiera ganado. Pero le dije a Larry, mi ex marido [cuyo apellido lleva aún] que si ella perdía, yo tendría que jugar. Creía que le iba a destrozar pero no pasó. Era el tercer año de existencia del tenis femenino profesional. Era importante que ganáramos».

La historia de Billie Jean King es riquísima, pero ella prefiera no mirar al pasado. «sino al futuro. Pienso en lo que podemos mejorar. Mi trabajo fuera de la pista ha sido mucho más importante que ganar partidos de tenis, pero ganándolos conseguí que la gente me escuchara, para así hacer avanzar las cosas. Cuando llevaba un año jugando, tuve mi epifanía. Soñaba despierta. Estaba en el Club de Tenis de Los Ángeles y me di cuenta de que allí solo había blancos, una sola clase social. Me pregunté: «¿Dónde está el resto del mundo?». Pensé que si podía convertirme en número uno, algo que de otro modo no me interesaba, la gente me escucharía. Y podría conseguir que hubiera diversidad. Yo entonces estaba en mejor posición para ello que la gente de color, o la discapacitada, pero no dejaba de ser una mujer, así que era una tarea difícil. Ese día me prometí a mí misma que lucharía por la igualdad el resto de mi vida. Y eso es lo que sigo haciendo, a través del tenis, los negocios y otras herramientas. No me limito a hablar de esto y recoger el cheque. También pongo mi dinero en el deporte.

Porque por ejemplo, «acabamos de arrancar una liga profesional femenina de hockey hielo. Kendall Coyne, la patinadora más rápida del mundo, está con nosotros. Vino y nos pidió ayuda para conseguir una liga en la que jugaran las mejores. Y lo hemos conseguido, conseguimos que gente como Mark Walter invirtiera. Hemos contratado a más de 150 personas. Tenemos tres equipos en EE.UU y tres en España. Pero la Liga está abierta a todo el mundo. Si en España hay gente lo bastante buena, puede jugar en esta liga. Yo les dije que no ayudaría mucho no trabajar en la diversidad. Cuando ves ahora a Serena y Venus Williams, a Coco Gauff… es porque ya en 1973 empezamos a preocuparnos por la inclusión. Y ahora en el tenis hay gente de todas las razas». Y en este sentido recordó a Andrés Gimeno. «Le conocí muy bien. Era una persona fantástica. Todo el mundo decía que no sería capaz de ganar Roland Garros, pero lo hizo. Yo adoro eso».

Billie Jean King cambia al español para decir que el deporte profesional femenino es «muy importante» para el movimiento feminista mundial. Y lo razona dejado clara la importancia objetiva de la profesionalidad.

«Estuve en Australia con la selección femenina española de fútbol cuando ganó el Mundial. Fue algo increíble y será un punto de inflexión enorme. Es el comienzo de algo que va a ser mucho más grande y mejor. Toda España las adora ahora. Las mujeres solíamos representar el 4% de la cobertura de los medios, luego el 5% y ya vamos por el 50%. En los medios es donde está el dinero, y la razón por la que los hombres deportistas ganan tanto es porque los medios hablan de ellos. Y nosotras no ganamos tanto porque no lo hacen. Pero en el último año y medio creo que hemos llegado a un punto en el que hay inversión efectiva en el deporte femenino. No se trata de dar dinero gratis, invierten. Se piensa que somos un buen negocio. La atención que han recibido las futbolistas campeonas en España va a traducirse en ventas de derechos a los medios. Por primera vez la FIFA está recaudando dinero de las mujeres. Yo no lo veré, no estaré ya por aquí, pero es el primer paso para que las mujeres acaben ganando lo mismo».

Y recalca en que esto, en realidad, viene y deriva en un cambio educacional: «Necesitamos que la gente crea en nosotras. Quiero que las familias piensen tanto en sus hijos como en sus hijas, y les den la mejor vida que puedan tener. Si se ignora a las mujeres, no es bueno. Hace daño al mundo. Yo crecí con un hermano que jugaba al béisbol, llegó a la MLB (con Giants, Astros y Blue Jays). La gente me decía ‘tu hermano esto, tu hermano lo otro’. Él era fantástico. Siempre decía que yo era mucho más fuerte que él, porque era una mujer. Tuvo dos hijas, nunca las trató de forma distinta a si hubieran sido niños. Eso es lo que quieres en una familia«.

Tenísticamente, lo traduce en su viejo deseo de unidad entre ATP y WTA: «Siempre he querido que estén juntos. Desde el día uno. Lo intenté en 1968 y dijeron ‘no‘. Lo seguí intentando y siguieron diciendo que no. Crearon la ATP en 1972 y la WTA surgió en 1973. Fue emocionante. Pero lo ideal sería que estuviéramos juntos. Juntos somos mejores. Me gustaría ver también unidas a la Copa Davis y la BJK Cup. Competir juntos y en pie de igualdad daría un buen ejemplo al mundo».

Quizá parte del legado de Billie Jean King se encuentre en el protagonismo de muchas tenistas a la hora de defender causas sociales. King, de nuevo, piensa en «qué más podemos hacer y mejorar. Del pasado pienso en lo que aprendí entonces y cómo puede servir para el futuro. En los 80 ya se hablaba de salud mental, pero lo manteníamos en privado. Osaka sacó el tema y ahora se puede hablar públicamente de ello. Es mejor así, pero ya estábamos preocupadas entonces. Los entrenadores abusivos, las familias abusivas con sus hijos siempre han sido un problema, e intentábamos ayudar a cualquiera que lo necesitara».

Sin embargo, la reivindicación constante de la igualdad por parte de Billie Jean King es llegar a la ‘colaboración de sexos’, más allá de la vieja ‘batalla’. Sin embargo «va muy despacio. Pero es posible, aunque los hombres y mujeres con poder deben apoyar los cambios. El desafío que veo es que las mujeres cualificadas suelen tener un superior que es hombre. Y donde pierden las mujeres es en la carrera por los puestos principales. Si tienes un grupo de 50 hombres y mujeres, los mejores puestos van a ir para los 50 hombres. Tenemos que cambiar eso».

Y, finalmente, vuelve a destacar la importancia del deporte, también el profesional, en el desarrollo personal femenino: «el 94% de las mujeres en puestos de responsabilidad se identifican con las deportistas. El deporte enseña a las mujeres a confiar en sí mismas y a ser resilientes. A los hombres también, pero ellos ya tienen muchas cosas por serlo. Enseña a las mujeres a adaptarse mejor, a que hay que terminar el partido y los campeones del tenis y de la vida se ajustan a lo que hay. Repito: los hombres y las mujeres en el poder tienen que pensar en estas cosas e impulsar los cambios. Y aunque vaya despacio, es posible».

Related Posts

• 

  Jugadoras de 66 países de los cinco continentes se inscriben para jugar el ITF W100 Villa de Madrid
  Jugadoras de 66 países de los cinco continentes se inscriben para jugar el ITF W100 Villa de Madrid
• 

  MAPEI con la liga MAPFRE de tenis en silla
  MAPEI con la liga MAPFRE de tenis en silla
• 

  Ron Flor de Caña se une al Mutua Madrid Open 2024 como Colaborador Oficial por segundo año consecutivo
  Ron Flor de Caña se une al Mutua Madrid Open 2024 como Colaborador Oficial por segundo año consecutivo
• 

  Joma presenta la edición especial de las zapatillas ACE Roma
  Joma presenta la edición especial de las zapatillas ACE Roma