Antonio Martínez Cascales: “La española está a la altura, como mínimo, de las grandes escuelas históricas”

By on 20 diciembre, 2022

Por Goyo Ybort.

En Grand Slam de Tenis hemos entrevistado a Antonio Martínez Cascales aprovechando un doble hecho histórico: dos españoles en lo más alto del ranking mundial y dos jugadores de la misma academia que alcanzan el número 1 ATP en menos de 20 años.


Martínez Cascales, presidente de la Federación de Tenis de la Comunidad Valenciana y exvicepresidente de la RFET, fundó la JC Ferrero Equelite Sport Academy en Villena (Alicante) hace más de un cuarto de siglo, guiando el destino de Juan Carlos Ferrero.
Antonio ha sido miembro del comité Junior de la Federación Internacional de Tenis, director del tristemente desaparecido Valencia Open 500 ATP, habiendo dirigido también el precedente Open de Tenis de la Comunidad Valenciana; y fue uno de los creadores del Valencia Open 500 Promesas para jóvenes y del Valencia Open 500 Street Tennis, que promovió el tenis entre miles de niños de diferentes municipios de la región.


Equelite ha pasado de un par de canchas y algún alojamiento a erigirse en una genuina academia de alto rendimiento con una veintena de pistas de diferentes superficies y otros espacios deportivos, que integra formación académica de nivel y residencia de estilo rural para sus deportistas en formación.
Del concepto Equelite villenense han salido dos números uno del mundo como el propio Ferrero, que da nombre al centro, y su actual pupilo Carlos Alcaraz, y dos top ten, casos de Pablo Carreño y Nicolás Almagro; entre varias figuras que han pasado por la academia, como David Ferrer y Guillermo García López, otros cuatro jugadores que alcanzaron el número uno mundial en el siglo XXI como Maria Sharapova, los hermanos Marat Safin y Dinara Safina, y Justine Henin, a los que añadir Naomi Osaka, por ejemplo.

¿Cómo y por qué nace la academia?
“Porque yo tenía ya 12 o 14 años de experiencia en escuela de tenis, con niños y niñas alevines e infantiles que jugaban bien, pero en ese momento tenía el mejor grupo, con Juan Carlos Ferrero con 13 o 14 años, el mejor grupo de todos los que había tenido, y decidimos seguir entrenándoles, pues hasta ese momento no lo hacíamos. Seguir entrenándoles con el objetivo de que siguieran progresando, y ahí empieza el germen de la academia. La escuela estaba a 3 kilómetros de aquí, también en Villena, y era el año 1994.

¿En qué momento fuiste consciente de que podías entrenar a un número uno y posteriores? ¿Cómo llega ese día?
“Ese momento llegó muy tarde, porque yo no tenía experiencia en este tipo de jugadores. Yo sabía que Juan Carlos tenía mucho potencial, pero no sabía si iba a ser top 100 o más. Entonces, cuándo me doy yo cuenta de que podía ser no uno, sino top cinco, pues cuando a los 19 o 20 años empieza a jugar con los mejores del mundo, con los top cinco, yo sí que sé que le faltan muchas cosas para mejorar, y veo que les hace partido, entonces me digo: pues cuando mejore estas cosas, ya está ahí.

¿Pensaste o te ilusionaste, cuando creaste la academia, con que podía ser auténtica meca de campeones?
“No se creó la academia pensando que podía ser una meca de campeones, se cimentó en el día a día, como se suele decir, haciendo camino. No se pensó en la meta, se pensó en disfrutar el camino, en ir cada vez a más y en trabajar el día a día, y esto, pues, ha terminado con esto que dices, con un sitio donde ya ha hay dos números uno.

¿Qué parte circunstancial o de fortuna tiene que de Equelite hayan salido dos números uno españoles en apenas veinte años, y un número 10, y? ¿o ya se intuye con quien se va a trabajar para ello?
A ver, un poquito de fortuna has de tener, efectivamente, si no te encuentras en el camino a Juan Carlos Ferrero, o ves jugar a los 14 años a Carlitos Alcaraz, pues si no los ves jugar o esos chicos no llegan al tenis y lo hacen a otro deporte, pues es complicado. Luego está el trabajo, que es enorme, del día a día, para hacer que crezcan y que al final, pues, haya éxito, claro.

En el nacimiento de un número uno ¿qué porcentaje viene de serie con el jugador y qué porcentaje se construye en la academia?
Siempre se habla de porcentajes y no se trata de un porcentaje, porque si no te llega el jugador que nace con esos genes a nivel de carácter, nivel físico, mental, etcétera, pues ya puedes trabajar que no vas a con lo cual, yo creo que son dos cosas distintas. Cuando se dice que el 50% pueden ser los genes y el otro 50% el trabajo, pues yo diría que no, que sin tener un 100% de genes no vas a llegar a nada, pero, aunque tengas un 100% de genes, si no hay un 100% de trabajo, tampoco”.

¿Qué es más difícil formar a un jugador de éxito o a una persona de provecho?
(Sonríe). “Un jugador de éxito, casi siempre, es una persona de provecho, no digo que sea siempre así. Un deportista de éxito, a veces, como persona, y todos sabemos ejemplos, pues no han sido eso, un ejemplo, pero yo creo que hay muchas más veces que para formar a un deportista de éxito hay que formar también a una persona ejemplar.

¿Un jugador top puede haber nacido, y haberse prodigado, como especialista en tierra batida y luego ampliar superficies? ¿o debería formarse en todas las superficies disponibles por igual?
“Debe formarse en todas las superficies por igual, pero la tierra es fundamental. Juan Carlos se formó más en pista dura hasta los 13 años; Carlos, yo creo que mezcló más en su etapa de la Real Sociedad Club de Campo de Murcia, creo que fue mezclando, pero te diría que un poco más en tierra. Entonces, yo creo que es muy importante mezclar las superficies para hacer un tenista completo.

¿Viste algo especial en Ferrero? ¿qué piensas que tenían de especial Arantxa, Moyá, Nadal, Garbiñe y Alcaraz?
“Claro que vi especial en Ferrero, y todos tienen las mismas características, luego hay otras que no las tienen igual, pero, la competitividad, y luego la ambición, el querer ser los mejores en todo momento, esas dos cosas las tienen todos estos grandes jugadores y jugadoras. Evidentemente, eso se ve, esa tenacidad, esa competitividad, eso se ve desde que el niño tiene 10 años, le ves jugar en un torneo y ves que va a por todas, se anima, que los momentos difíciles los juega bien, esto se ve de forma fácil”.

¿Quién sorprendía y por qué en el circuito en 2003? ¿y quién puede sorprender ahora y por qué?
“En 2003 había jugadores como Federer Hewitt, Safin, eran los jugadores de la época de Ferrero, de su edad, que entonces sorprendían. Ya los conocíamos, ya estaban ganando torneos. Hewitt ya había sido número uno, Safin ya había ganado el US Open, Federer arrancó ese año también muy fuerte, pero ya venía de hacerlo muy bien en 2002, y estaban todavía los grandes cracks anteriores como Sampras, que ya estaba terminando, pero Agassi seguía de número uno en 2003, y luego estaba Moyá, Álex, Albert Costa, Kuerten, que entonces era el número uno en tierra, los argentinos, había muchos. Hoy en día, Carlos (Alcaraz) ya no es sorpresa, está de número uno, digamos que ha sorprendido durante este año, y otro que venía sorprendiendo, evidentemente, es Sinner, que tuvo un pequeño bache a finales del año pasado y principios de este, pero luego ha cogido una fuerza enorme. Pero, bueno, hay más jóvenes que están ahí. Creo que en un futuro pueden considerarse, incluso, entre los mejores, Davidovich, que tiene un potencial enorme y está jugando fenomenal, bueno está Musetti, está Rune, estos son jugadores que vienen pisando muy fuerte y que ya lo están demostrando.

¿Quién tiene más claves en el tenis actual, un sacador o un restador?
(Se ríe). “Siempre, en las distintas épocas, como que se ha impuesto una cosa o la otra, y yo creo que ahora, con un tenis tan rápido, donde los primeros golpes del punto son fundamentales, hay que tener muy bueno el saque y muy bueno el resto, al 50% si quieres ser top, top; otra cosa es que estés el número 30 o el 40 y seas mejor restador que sacador; pero, si quieres estar arriba, arriba, tienes que ser casi igual de bueno en las dos cosas.

En el verano de 2000 llamaba la atención el tenis -tan diferente- de Agassi y Sampras, uno y dos de la ATP. ¿Qué lectura se debe hacer ahora de que Alcaraz y Nadal sean primero y segundo?
La lectura es que el tenis español ha conseguido hacer jugadores muy completos, con estas claves que hemos dicho, primero ser muy competitivo, luego tener mucha ambición, que todos los jugadores top la tienen, ambición de ser los mejores. Pero lo que tiene el tenis español es haber hecho jugadores muy completos; por ejemplo, decías Sampras, era un jugador de saque y red, que jugaba bien en el fondo, pero era de saque y gran volea; Agassi era un gran restador, no tenía el saque de Sampras, ni Pete tenía el resto que tenía Andre. Yo creo que estos dos jugadores españoles son más completos, tienen más variedad, por ejemplo, Rafa en la red se desenvuelve fenomenal, Carlos también; o sea, son dos jugadores de fondo muy buenos, si quieres no son tan sacadores como Sampras, pero cuando están bien, bien, sacan también. Carlos está sacando, cuando está bien, por encima de los 220 km/h. y hace muchos puntos de saque. Creo que se junta todo, lo que comentábamos antes de que un niño se forme en todas las superficies. El jugador americano, prácticamente, solo trabaja en pista dura cuando es niño, el jugador español haciendo aquello, consigue ser más completo.

Si reparamos en las históricas escuelas checas, suecas, británicas o estadounidenses, ¿dónde sitúas la escuela española del siglo XXI?
“A la altura, sin ninguna duda, de estas escuelas. A la altura de la sueca, que fue increíble en los años 70-80, de la escuela americana, mucho más larga en el tiempo, y la checa, que se circunscribe más a los años 80. Yo creo que la española está a la altura, como mínimo, de estas escuelas.

¿Cómo valoras la llegada y salida de jugadores de la academia? ¿duele si cambia de aires un jugador de la cuna propia?
“Sí, duele mucho. Lo que pasa es que luego te das cuenta de que cada jugador, pues, sigue su camino, acertada o equivocadamente; pero duele muchísimo cuando un jugador, sobre todo si lo tienes muchos años y le tienes un cariño, y crees que todavía puedes hacer un trabajo con él, claro que duele.

¿Te traerías algo del tenis del siglo XX? ¿te hubiera gustado llevarte algo del tenis actual al del siglo pasado?
“No soy nostálgico, eso no quiere decir que no admire el tenis del siglo XX, que claro que lo admiro, pero no soy nostálgico, no pienso mucho en ello. Pero, claro, que me traería cosas de grandes jugadores, no sé, se me ocurre ahora de Nastase, verle jugar era algo increíble, o Manolo Orantes. De Nastase me traería su genialidad, la técnica de Orantes en sus golpes, en su volea de revés, en su revés; digamos que era tenis un poco más pausado, pero tan bonito como el actual, sin duda. Del futuro al pasado, lógicamente, no puedes llevar nada, aquel era un tenis menos físico, es como todo, todos los deportes eran menos físicos; entonces, si pudiéramos llevar esta parte física a esa época, veríamos que aquellos grandes jugadores serían tan buenos como los actuales, sin ninguna duda.

España ha superado este año el centenar de torneos internacionales, entre ITF masculinos, femeninos y junior, Challenger y WTA y ATP. ¿Qué opinión te merece? ¿era previsible, o un sueño, hace pocos años alcanzar ese número y nivel de eventos?
“Yo creo que hace seis años, cuando entramos en la RFET, de la que luego yo me salí como vicepresidente -no viene al caso-, se marcaron objetivos muy claros, también nos fijamos un poco en la federación italiana, y creo que había objetivos claros respecto a que había que dar un paso. Teníamos una red fantástica de Futures desde hacía muchos años, eso era una clave importante, había que dar ese paso con los Challengers y se ha dado, y creo que esto para el futuro es muy importante. Y también hay una clave importante: que las federaciones territoriales se han implicado y han entrado presidentes nuevos en casi todas y creo que con muchas ganas. Voy a poner el ejemplo de una federación pequeñísima, por ejemplo, Ceuta, cuyo presidente Yasin, está haciendo un trabajo que es para ponerle un monumento, que yo sé que él no lo quiere, es un tío muy humilde que está haciendo un trabajo increíble; pero podría hablar de Galicia, de Extremadura, de Asturias, de La Rioja, de Navarra, y esto es también muy importante. Yo creo que cuando hay relevo, en las territoriales entran con nuevos impulsos y también es muy bueno.

Una de las mayores gestas de la historia dentro del top ten del ranking ATP la protagonizó Agassi (ascendiendo 137 puestos entre 1997 y 1998), ¿cómo definirías los saltos gigantes que ha dado Alcaraz? ¿difíciles de repetir?
“Es un salto distinto, pero estos saltos gigantes, como el que ha dado Alcaraz, aunque no exactamente igual, antes sí que se producían; o sea, cuando tenías un jugador como Agassi o Sampras, Lendl o Borg, pues irrumpían muy jóvenes en el tenis y pegaban un salto y en un año estaban de jugar con los juniors a codearse con los mejores de su momento. Esto no se había producido en los casi veinte años de este siglo, más allá de los saltos de Djokovic y de Rafa, si nos vamos a los primeros años del siglo XXI de Hewitt, de Safin, de Juan Carlos y de Federer, pero no es una cosa normal, lo que pasa es que, en los últimos diez años, digamos, desde Djokovic no se había producido, pero antes sí que se producían. Carlos hubiera crecido un poquito más normal, si no hubiera habido la pandemia de 2020, en marzo de ese año, creo recordar, que él tenía wild card en Indian Wells, Miami, el Godó, Estoril y el Mutua, y eso no lo pudo jugar; con lo cual, al año siguiente lo jugó todo de golpe y pegó esa explosión. Igual hubiera subido, entonces, al 100, hubiera ascendido después bueno, aquello lo paró un poco, y luego ha venido todo de golpe.

Se cumplen ahora cincuenta años de la aprobación de la pelota de pelo amarillo ¿te vale así o habría superficies en las que podría retomarse la de color negro, blanco o alguna roja?
Posiblemente habría superficies para cambio, te voy a decir alguna, pero, claro, es solamente andaluza, que es el albero, en el que la pelota amarilla no se ve, o sea, es un desastre visual; ahí se podría jugar con pelota azul, por ejemplo. Ahora que digo azul, cuando el genio Ion Tiriac dijo voy a hacer jugar en la pista azul en Madrid, pues, posiblemente, fue un acierto, lo que pasa es que no se consiguió una tierra que no resbalara, a lo mejor no se trabajó suficiente, y eso le valió a Roger Federer para ganar el torneo, porque como Roger baila en la tierra, en vez de desplazarse, baila, pues fue el que menos se resbalaba, el que consiguió mejor estabilidad y ganó el torneo. Pero, sí que cabría la posibilidad, porque con esos colores que se están pintados ahora las pistas, sobre todo las duras, pues sí que cabría la posibilidad de cambio.

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