Alumnos y maestros
Son ocho y sobran seis. ¿Cómo entender un torneo de Maestros si éste carece de ellos? ¿Cómo explicar al aficionado las palizas diarias que se han vivido a lo largo de cada jornada? Ya pasaba en los trabajos del colegio, en los que se hacían grupos de formados por cinco o seis niños donde al final siempre terminaban pringando un par de ellos. En Londres está pasando lo mismo, hay demasiados focos para tan poco brillo. Que hagan más pequeño el vestuario y que vayan saliendo los que han venido aquí a pasearse, dirán algunos, o mejor aún, que cambien el método de clasificación. Lo que está claro es que esto no puede volver a ocurrir.
El último certamen del año, en un escenario único y sobre las mejores condiciones. Todo esto requiere de los mejores protagonistas, algo que sobre el papel cumplía las expectativas: cinco campeones de Grand Slam -más que en ninguna otra edición-, jugadores fuera con 4.000 puntos debido a una pelea asfixiante, y el cambio generacional oteando el universo ATP desde el primer mes de enero. Un sólo día sirvió para desmontar todos estos principios y reflejar que entre los ocho maestros, en realidad hay seis alumnos.
Por supuesto, el que más lo paga es el espectador. Ya sea a través del televisor o, en mayor medida, quien haya empleado su dinero en asistir al campo. Doce partidos y ¡solamente dos! se han definido en tres mangas. La media de duración de cada uno está cerca de los 80 minutos, mientras que la de juegos por partido no llega a 20. Sí, estos son los datos que han ofrecido, hasta el momento, las ocho mejores raquetas del planeta. Los clásicos del circuito han impuesto su ley sobre aquellos que amenazaban el relevo. Quizás nos precipitamos en anunciarlo.
Basta con decir que el único jugador que trajo algo de emoción al torneo fue precisamente un suplente. David Ferrer -tras la baja de Milos Raonic- saltó a pista para medirse con Kei Nishikori sin ninguna posibilidad de clasificación. No le debió importar al de Jávea ya que, pese a terminar cayendo, se apuntó el primer set demostrando la garra que hace falta para disputar este tipo de batallas. Marin Cilic, jugando dos partidos más, se marchó de Londres con el mismo número de sets en el bolsillo que el alicantino.
Superada la primera fase en el 02 Arena, ahora ya viene lo serio. Novak Djokovic y Roger Federer, con la lucha por el número uno del mundo ya sentenciada, se enfrentarán en semifinales a Kei Nishikori y Stan Wawrinka, respectivamente. Parece imposible no imaginarse una final sin el serbio y el mayor de los suizos, pero esto es tenis y cualquier cosa puede pasar. Ambos han sido los grandes dominadores de la temporada, con más victorias ante el top-10 y más triunfos en general. La gran rivalidad del curso quiere regalarnos un último duelo con la condición de Maestro en juego, algo que ya conocen bien ambos contendientes. Si todo sigue como hasta ahora, estamos a dos encuentros de que se haga realidad.
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