Wimbledon. Y al séptimo, descansó

By on 29 junio, 2014

Se agradece profundamente este domingo intermedio de descanso porque todos los días son intensos. Sería increíble que ocurriera lo mismo en los otros tres Grand Slam, aunque caminamos para el lado contrario.

El Open de Australia tiene sesiones nocturnas que hacen los días eternos. Roland Garros comienza en domingo con lo que alarga la primera semana un día y el US Open acaba en lunes así que un día más en la segunda semana añadido a las sesiones de noche.

Los jugadores se quejan pero piden aumento de premios y se los dan, mientras que a los demás ni nos consideran. Tenemos la obligación de hacer el caldo gordo a los torneos y punto.

De momento Wimbledon es una excepción maravillosa que nos permite, aunque siempre tengamos que trabajar algo, darnos un paseíto por la City, comprar souvenirs (o suvenir que ahora vale la palabra españolizada) y comer diferente al resto de los días. Yo personalmente suelo ir a Soho y degustar una comida china en el chino más chino que encuentre.

Esta mañana estuve en un “Clinic” con Martina Hingis invitado por Maui Jim. Estuvo muy agradable y la gente disfrutó desayunando y jugando con ella. Amable como siempre atendió a todos a las mil maravillas.

Me fui pronto y pude acercarme a mi chino preferido. Luego regreso prontito que tampoco hay que agotarse. Lo hizo Dios cuando creo el mundo, “Y al séptimo descansó”

Ayer di de cenar al zorro que vive por aquí y que viene a verme cada noche. Hoy saludé a Martina Navratilova.

Van pasando cosillas en este Wimbledon en el que tenemos tres españoles en la segunda semana.
A Feliciano de momento le metió la lluvia pero esperamos que mañana se lo gane.

Voy a trabajar otro poquito, la foto digital no da respiro.

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