Suiza apaga el debate

By on 18 noviembre, 2014

Sábado por la mañana, semifinales de la Copa de Maestros, un suizo asegurado en la disputa por el título y dos buenos amigos citados a duelo bajo el 02 Arena de Londres. Aparentemente, todo son buenas noticias para Roger Federer y Stan Wawrinka, que con la Copa Davis a la vuelta de la esquina todavía tienen que resolver un último capítulo de manera individual. Una página que, sin ellos saberlo, a punto ha estado de incendiar el libro entero.

Todo ocurre en el set definitivo cuando, con 5-5 en el marcador, el de Lausana se dirige enojado al box de su rival, exigiendo silencio e incluso respeto. El partido se detiene unos segundos hasta que Cedric Mourier decide reanudarlo. Luego ya todos sabemos lo que pasó, cuatro bolas de partido desperdiciadas y un saludo gélido en la red. La telenovela acababa de empezar.

John McEnroe -que no se pierde una- fue el primero en afirmar que aquello no se había quedado en un cruce de tensas miradas, sugiriendo que había habido una ‘prórroga’ en los vestuarios. La disputa se origina en la figura de Mirka Vavrinec, mujer de Roger, la cual pudo molestar a Wawrinka justo cuando se disponía a restar. «Llora bebé«, le llegó a decir la esposa de su rival.. «Ya hizo lo mismo en Wimbledon«, escucharon algunos periodistas a pie de pista de la boca de Stan. La bola se ha ido haciendo más y más grande añadiendo la retirada de Federer por lesión y su posible baja para jugar en Francia. El de Basilea se marchó sin ofrecer rueda de prensa a los medios, mientras que su compatriota prefirió tirar balones fuera y responder de manera tajante a las cuestiones molestas: «No pasó nada especial, fue un partido tenso. Nunca es fácil«.

equipo suizo davis

La foto que zanja el debate

La situación había pasado en pocas de horas de postal navideña a papeles de divorcio. Mala cara en ambos rostros y un distanciamiento que hacía presagiar lo peor. A todo esto, el bueno de Severin Luthi en medio del rompecabezas y obligado a cerrar una herida que ponía en peligro todo el organismo del equipo suizo. Pues bien, ni siquiera un día han dejado pasar los helvéticos para zanjar los rumores. El propio Roger, aprovechando el reencuentro de anoche en Lille, colgaba en sus redes una instantánea de los cuatro miembros de la plantilla junto al capitán, maquillados con unos entrañables dedos en su cabeza a cargo de su compañero Stan. En las situaciones de crisis, la mejor decisión siempre es dar la cara.

Era una cuestión de lógica. Después de todo el trabajo realizado hasta aquí -eliminatorias ante Serbia, Kazajistán e Italia-, después de lograr juntar a sus dos máximas figuras para la causa y después de llegar a una final de Copa Davis 22 años después, ¿cómo se iba a tirar todo por la borda por una simple riña?. Con el debate cerrado, ahora es tiempo para el gran problema del conjunto suizo. La espalda de Roger necesita tiempo (podría debutar el sábado), justo lo que le sobra al equipo de Arnaud Clément, quien lleva ya una semana completa haciendo piña y conviviendo sobre arcilla. Aunque el primer hándicap al que se enfrentaban los suizos no dependía precisamente del rival.

Podrán perder la Davis, pero lo harán sobre la pista. No en su propio vestuario.

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