Entrevista con Roberto Carretero (pág. 2)

P. Hamburgo 1996. ¿Qué te ocurrió esa semana?
R. Pues un potencial muy alto que cuando sentía que todo fluía, me gustaba la bola, el terreno y no me dolía nada, pues las cosas van saliendo y pasa esto. Yo era o de caer en primera ronda o llegar hasta el final. También sumó que venía de haber pasado varias previas de torneos anteriores y eso ayudó. Me acuerdo que le pegaba medio a ciegas, salía todo.

P. Ganaste un solo título ATP en tu carrera pero fue de categoría Masters 1.000 ¿Es inexplicable?
R. Bueno, en aquella época estaba todo más abierto. Ganar un Masters 1000 era más asequible, estaba Sampras que lo ganaba todo en rápida pero en tierra no había un Nadal. Ahora da igual, hay tres fenómenos que te ganan donde sea. Yo tengo un Masters 1000 y Ferrer tiene uno, solo que él lleva cinco años entre los mejores del mundo. El problema es que yo no tuve tiempo para competir porque las operaciones no me dejaron continuar, aparte de otros problemas adicionales, como ganar en Hamburgo y luego perder en Roma en primera ronda ante Philippoussis.

P. ¿Cuál sería tu punto fuerte como jugador? ¿Y el débil?
R. Yo tenía una cabeza que podía ser muy buena si todo iba bien, pero estando mal podía ser muy mala. Así que el estar bien o el estar mal era mi punto fuerte o débil, de lo que yo dependía. En ambas partes, la cabeza mandaba.

P. ¿Alguna vez hiciste ‘un Fognini’ y mandaste todo a tomar viento?
R. Por supuesto. Mi cabeza no aguantaba la presión y explotaba, pero Fognini muchas veces lo hace grotesco, déspota, como que le diera igual. Yo era porque me importaba tanto eso que al sentir que no lo iba a conseguir me cogía unos cabreos y no lo podría controlar.

P. Nunca jugaste en hierba, ¿eras alérgico?
R. Estuve muy poco tiempo ahí arriba y Wimbledon coincidía con algunos Challengers importantes que pagaban muy bien. “La hierba para las vacas”, solíamos decir. Yo necesitaba dinero y sabía que tenía más posibilidades de sacar puntos en algún Challenger que allí.

P. ¿En qué momento decides meterte en el mundo de los medios de comunicación?
R. Estaba en Madrid llevando eventos hasta que se acabó todo aquello y fue cuando una persona me propuso para trabajar en Canal+ para el torneo de Wimbledon 2007. Yo no sabía cómo iba a salir, si me iba a gustar, si les iba a gustar… no les pedí nada de dinero, sólo probar y luego hablaríamos. Lo hice y salió todo bien hasta que fui creciendo, creciendo… hasta acabar posicionándome. Ahora estoy súper cómodo.

P. ¿Qué tal es hacer de periodista?
R. No lo veo como periodismo. Yo comento lo que veo, es más comunicar para que los partidos no sean tan aburridos algunas veces, hacerlo más entretenido. No me considero periodista, pese a que luego presente un programa. Un programa en el que en principio iba a hacer pequeñas colaboraciones y me acabaron mandando que fuera el presentador. Al final como es hablar de lo que más me gusta, me siento muy cómodo.

P. Ahora que estás al otro lado de la barrera, ¿cómo ves la relación entre jugadores y prensa?
R. Veo a una generación nueva como la vuestra que está creando muy buena onda. Sí que veo un periodismo agresivo, a veces rondando el sensacionalismo, pero también veo a esa nueva generación de periodistas que vais con la onda de ser también amiguetes de los jugadores y es algo que viene muy bien y se nota. Ahora los jugadores dan todo el rato entrevistas y os facilitan la labor porque ven que os interesa de verdad el tenis.

P. ¿Echas de menos jugar al tenis?
R. Sí. Muchísimo

P. ¿¿Aceptarías ser seleccionador de Copa Davis?
R. (Se lo piensa) Ahora mismo no, aparte de que eso lo tienen que decidir los jugadores. Yo todavía me siento jugador, para nada periodista, y me pongo en su lugar y creo que hay muchos por delante de mí para ejercer el cargo, aunque no significa que lo fueran a hacer mejor. ¿Me gustaría? Pues sí, al final vives la competición y es un trabajo que es muy bonito, aunque no podría compatibilizarlo con la televisión, tendría que dejarla, y no estoy dispuesto porque estoy muy bien ahí. Creo tener mano derecha suficiente, mano izquierda suficiente y carácter suficiente como para llevar bien una capitanía.

P. ¿Cuántos años le quedan a Rafa Nadal?
R. Ni idea. Creo que si se recupera bien de lo de ahora, que yo creo que sí, tranquilamente le pueden quedar 2-3 temporadas al máximo nivel.

P. ¿Ves a Federer volviendo al Nº1?
R. ¡Si es que está a punto! Además es algo que me encantaría. Lo que está haciendo con 33 años es una barbaridad, se lo merece. Me dolió especialmente su derrota en París ante Raonic porque ahí se le fueron muchas de sus opciones.

P. ¿Hay corrupción en la RFET?
R. No tengo ni idea pero se escucha de todo, aunque entiendo que ya hay corrupción en todos lados. En cualquier lugar que hay algo de poder.

P. ¿Quién es el mejor tenista de la historia?
R. Federer. Pero de largo, no habrá otro igual.

P. ¿Y el mejor deportista?
R. Rafa Nadal. Engloba todo el abanico.

P. Define en una palabra a Roberto Carretero
R. Superviviente